Que las noches crujían de lujuria al filo de nuestro sudor,
cuando mis huesos eran tormenta perfecta.
cuando mis huesos eran tormenta perfecta.
Que la luna se emborrachaba de satinados ósculos
cuando cantaban la mayor nuestra piel.
cuando cantaban la mayor nuestra piel.
Que tu brioso dedo pulgar como saeta me indicaba
la bitácora hacia tu corazón.
la bitácora hacia tu corazón.
Que la menor articulación de tu calidad y olorosa mano
es capa de vencer cualquier maquina.
es capa de vencer cualquier maquina.
Que las curvatura senoidal de tus extensas caderas
no es obstáculo para romper cremallera.
no es obstáculo para romper cremallera.
Que el roció de la penumbra de nuestros gélidos huesos
se convierte en cataclismo de frenesí.
se convierte en cataclismo de frenesí.
Que fuiste inicio y fin de una tormenta de amor perfecta.
Osirismelisa--Chinandega-Nicaragua.--20-05-17
Osirismelisa--Chinandega-Nicaragua.--20-05-17